sábado, 18 de junio de 2022

El Control

EL CONTROL

Controlar aquello que nos rodea es algo que todos necesitamos para sentirnos seguros y, ¿a quién no le gusta sentirse seguro? Es una sensación que nos provoca placer y nos ayuda a manejar la incertidumbre, una sensación que no nos suele agradar. Un ejemplo de incertidumbre muy claro ha sido la pandemia, y cómo la sensación de incertidumbre ante el futuro constante ha generado problemas en la salud mental en la población. La pandemia ha provocado una sensación de descontrol e incertidumbre en la sociedad, ya que rompía los esquemas previos sobre formas de convivencia, trabajo, ocio… La incertidumbre sobre qué va a suceder y qué podemos hacer, nos genera malestar emocional. Aquí es donde aparece el control como forma de regulación del malestar, ya que, si nos enfocamos en las acciones que sí podemos controlar, nos genera una sensación de alivio. El control nos ayuda a prevenir y anticiparnos, y es una de nuestras estrategias de supervivencia. Es decir, el control nos da seguridad, y por eso gusta tanto.

Sin embargo, si el control se extiende genera estrés, ya que el control absoluto es imposible, y existen factores externos que no depende de nosotros, y puede generar ansiedad ante la frustración de no poder llegar a todo. Por esto es importante aprender a diferenciar el control que nos ayuda a manejar aquello que depende de nuestras acciones, del control que no depende nuestra conducta y por tanto intentar manejarlo nos produce más frustración que sensación de seguridad, siendo finalmente una causa de estrés.

1. El primer paso para manejar el control es reflexionar si depende de mí aquello que queremos controlar.

2. Si la respuesta es afirmativa puedo plantearme qué puedo hacer para controlar la situación mediante las acciones.

3. Si la respuesta es que no puedo controlarlo mediante la conducta, será mejor poner el esfuerzo en aprender a soltar el control.

Esforzarnos por controlar cosas que en realidad no están en nuestra mano genera sentimientos de frustración, pesimismo ante la falta de refuerzo y finalmente mayor sensación de fracaso. La falsa sensación de control que ofrece estar pendiente de objetivos que no depende de la propia conducta individual, puede generar un alivio momentáneo a corto plazo y incluso la sensación de tener el control por la llegada de información, pero a largo plazo producirá agotamiento y frustración, que finalmente generará mayores niveles de estrés. Aceptar estas situaciones es un proceso difícil para las personas, ya que una vez instaurado la sensación de control puede estar actuando como una forma de refuerzo a la conducta. Evaluar la situación desde una perspectiva más lejana y poniendo distancia a los hechos puede ayudar a ver la situación desde un punto de vista más objetivo. Esto puede favorecer a las personas seleccionar aquellos objetivos en donde el control sí va a ser eficaz y en cuáles es mejor aceptar para poder soltar. El cambio de pensamiento sobre si algo depende de mí conducta lo puedo controlar, y si algo se sale de mi conducta tengo que dejarlo soltar puede verse como una amenaza para algunas personas ya que eso puede implicar la sensación de quedar desprotegidos. Es por ello por lo que aprender a soltar puede necesitar de ayuda psicológica.

Para ello es bueno reflexionar sobre qué es lo que sí puedo controlar. Las decisiones que tomo, mi manera de ser (lo que soy yo con los demás y conmigo mismo), los límites que se ponen a los demás o cómo reacciono a los conflictos, son cosas que dependerán de las conductas que realice y puedo tener un control sobre ellas. Sin embargo, habrá otras que no dependerán de nuestras conductas como el pasado (ya no lo podré cambiar), lo que digan los demás de mí (dependerá de la visión de los otros, y no solo de lo que nosotros les mostremos), los imprevistos y cambios (siempre pueden ocurrir causas externas que no serán así), las decisiones de los demás (podremos influir en cierta medida en las decisiones de la gente que nos rodea, pero no podremos actuar por ellos).

Finalmente, desde el SPA os invitamos a reflexionar sobre ello, tras leer estas líneas, ¿crees que ha cambiado tu percepción sobre lo que depende de ti? Quizás sea un buen momento para comenzar a soltar preocupaciones o decisiones que no dependen de nosotros y que, a veces, nos atormentan demasiado.

Empatía

"La Capacidad Transformadora: Explorando el Poder de la Empatía"      La empatía, esa cualidad humana que nos permite ponernos en ...