martes, 29 de septiembre de 2020

Cuidando de nuestros mayores

Estos días conmemoramos dos fechas importantes para nuestros mayores:

1 de octubre: Día internacional de las Personas de Edad, y 

2 de octubre: Día internacional de la No Violencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó recientemente un informe (OMS, junio 2020) sobre el impacto del maltrato hacia las personas mayores y sus consecuencias sobre la salud. Según la OMS “el maltrato de las personas mayores es un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza. Este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos e incluye el maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; la violencia por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; y el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto”.

• En el último año, aproximadamente 1 de cada 6 personas mayores de 60 años sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios.
• Las tasas de maltrato a personas mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración: dos de cada tres trabajadores de estas instituciones indican haber infligido malos tratos en el último año.
• El maltrato de las personas mayores puede conllevar graves lesiones físicas y consecuencias psicológicas prolongadas.
Las personas mayores pueden ser maltratadas por la familia, vecinos, amigos, personas de confianza, pero también por cuidadores directos en instituciones, siendo las mujeres las que se llevan la peor parte en esta terrible historia. 
Los factores de riesgo que hacen más probable que una persona mayor sufra malos tratos pueden ser:

Factores individuales: salud física y/o mental tanto de la persona afectada como de su cuidador o cuidadora, abuso de sustancias psicotrópicas del agresor, estado civil.

Factores relacionales: compartir vivienda, dependencia económica, relaciones familiares disfuncionales, carga familiar, y otros.

Factores comunitarios: ambiente social de los cuidadores, aislamiento, perdida de capacidades físicas, perdidas de amigos o familiares.

Factores socioculturales: estereotipos, debilitamiento de los vínculos afectivos, falta de fondos para pagar cuidados, nivel de atención sanitaria, entornos físicos, normas sociales, entre muchos otros. 

Además de los métodos de protección frente al maltrato recomendados por la OMS, es de gran relevancia invertir en recursos de cuidado de calidad y prevención sanitaría. Para conseguir una mejora en la calidad y la eficiencia de cuidado de personas mayores es importante entender que estas personas merecen el máximo respeto y esto incluye:

• atención médica de calidad, programas de integración, 
• sensibilización para el cuidado, apoyo a los cuidadores, asistencia de relevo, 
• concienciación social sobre las demencias, detección de posibles víctimas y agresores, notificación del maltrato, apoyo social. 

Estos factores facilitarían que nuestros mayores tengan mayor calidad de vida.  
El cuidado a las personas mayores puede suponer una fuente importante de estrés y dificultad de gestión. Desde el Servicio de Psicología Aplicada de Guadalajara ofrecemos apoyo psicológico y estrategias de afrontamiento de situaciones difíciles para las personas que así lo demandan. 


lunes, 21 de septiembre de 2020

Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer, la epidemia del siglo XXI

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, y al hilo de la anterior publicación, desde el SPA queríamos haceros llegar algo más de información sobre la llamada epidemia del siglo XXI. 

Según el Ministerio de Sanidad, en España, el Alzheimer afecta a mas 700.000 personas de más de 40 años, y esta cifra se habrá duplicado en el año 2050. Pero ¿qué es la enfermedad de Alzheimer? El Alzheimer es un proceso neurodegenerativo del sistema nervioso central que se caracteriza por la muerte neuronal progresiva en ciertas partes del cerebro, concretamente en el córtex cerebral y el hipocampo, área responsable de la memoria. La muerte de las neuronas se produce debido a la aparición de unas estructuras llamadas ovillos neurofibrilares y placas amiloides. El Alzheimer no tiene cura, solo existen tratamientos paliativos, y estrategias preventivas.

Los 10 signos de alarma de la enfermedad de Alzheimer

-Pérdida de memoria que afecta a la capacidad laboral.
-Dificultad para llevar a cabo tareas familiares.
-Problemas con el lenguaje.
-Desorientación en el tiempo y lugar.
-Juicio pobre o disminuido.
-Problemas con el pensamiento abstracto.
-Cosas colocadas en lugares erróneos.
-Cambios en el humor o en el comportamiento.
-Cambios en la personalidad.
-Pérdida de iniciativa.

Existen dos tipos de enfermedad de Alzheimer: el Alzheimer de inicio precoz, que debuta antes de los 65 años, y el Alzheimer de inicio típico, este es el más habitual, aparece entre los 65 y 70 años, su desarrollo es progresivo y está influido por la “reserva cognitiva”. 

La reserva cognitiva es un protector frente a los déficits que produce la enfermedad y constituye una de las acciones preventivas más importantes, implica que nuestro cerebro usará redes neuronales alternativas para compensar los daños de la enfermedad, para construir estas redes podemos recurrir a juegos de memoria, crucigramas, sudokus, ajedrez, leer o estudiar un idioma. Además, podemos adoptar otras estrategias preventivas:

-Detección precoz de los primeros síntomas.
-Dieta equilibrada, baja en grasas. 
-Ejercicio físico regular. 

Existen algunos estudios que sugieren que sustancias como las vitaminas E y C, el ácido fólico, la vitamina B12 o algunos antioxidantes presentes en el té verde, té negro o el ginkgo biloba, podrían jugar un papel protector frente al Alzheimer. Sin embargo, la evidencia científica es limitada y, en cualquier caso, estas sustancias no serían suficientes de forma aislada. 

En conclusión, la enfermedad de Alzheimer es uno de los problemas sanitarios más importantes del siglo, por su incidencia, su duración, la ausencia de cura y por el gran sufrimiento que genera en los afectados y afectadas, así como en sus seres queridos. Desde el SPA queremos resaltar la importancia de la prevención, la detección y la intervención precoz como estrategias paliativas eficaces frente a la enfermedad.  

Aprovechamos para recomendaros algunas fuentes interesantes para aumentar vuestros conocimientos sobre el Alzheimer y prevenirlo:

“Juegos para entrenar el cerebro”, del Dr. Batllori Aguilar. Incluye juegos de razonamiento, memoria, atención, lenguaje, etcétera.

“¿Qué sabemos de?: El Alzheimer”, de Ana Martínez, profesora de investigación del Instituto de Química Médica del CSIC. Se trata de un texto divulgativo que ofrece una visión general de la enfermedad de Alzheimer. 

“El misterio del Alzheimer”, documental que aborda, entre otras cosas, el conocido “estudio de las monjas” de David Snowdon. 

“Still Alice”, película basada en el libro de mismo título escrito por Lisa Genova en 2007, cuenta la historia de Alice Howland, profesora universitaria diagnosticada de Alzheimer de inicio temprano. 


martes, 15 de septiembre de 2020

Demencias

¿QUÉ SON LAS DEMENCIAS?

¿Aparecen solo en personas mayores?, ¿todas las demencias son seniles? Hoy intentaremos responder a estas cuestiones. 

En primer lugar, las demencias no son una consecuencia normal del envejecimiento. Son provocadas por enfermedades específicas e identificables. Generalmente aparecen como afecciones generales del cerebro en forma de alteraciones del funcionamiento cerebral normal. Por tanto, habitualmente son provocadas por una causa orgánica como un ictus, un traumatismo o una enfermedad. 

También se suele pensar que las demencias son irreversibles y crónicas. Sin embargo, en la actualidad, todavía existen discrepancias al respecto al haberse encontrado casos en los que la demencia se ha detenido o incluso retrocedido. Por lo tanto, el conocimiento de las demencias hoy en día sigue en plena evolución. 

Las demencias suelen definirse como un cuadro en el que aparecen múltiples déficits cognitivos, como problemas de memoria, orientación, lenguaje, motores o afectivos. Estos síntomas varían en función de las causas y la zona del cerebro afectada. Por otro lado, normalmente se suele hablar de “demencia debido a” y a continuación se indica la causa. Por ejemplo, en el caso del Alzheimer, hablaríamos de demencia debido a enfermedad de Alzheimer. Además, esto supone que alguien puede padecer la enfermedad de Alzheimer, pero no presentar una demencia debido a dicha enfermedad. 

Las demencias habitualmente se clasifican en función de la zona del cerebro afectada, distinguiendo entre localizadas y globales. Dentro de las primeras, encontramos las corticales (aquellas en que la corteza cerebral está especialmente afectada) y subcorticales (que afectan a las zonas internas, por debajo de la corteza).  

Las demencias corticales se caracterizan por la alteración de la memoria, orientación y por el conjunto de afasia (problemas del lenguaje), apraxia (problemas motores) y agnosia (déficits en el reconocimiento). Es aquí donde encontramos la conocida demencia debida a Enfermedad de Alzheimer, siendo la más común de todas. 

Por otro lado, las demencias subcorticales se caracterizan por un enlentecimiento de funciones (como la motivación o inhibición de conductas) acompañado de trastornos motores que afectan al habla, postura y movimientos. Dentro de este grupo, la más característica es la demencia debida a Enfermedad de Parkinson.

¿Y qué hay de la demencia senil?

Seguro que hemos oído este término alguna vez. El término senil se utiliza simplemente para denominar aquella demencia que aparece a partir de los 65 años de edad. También se usa el término “presenil” o temprana para denominar a las que aparecen antes de este límite de edad. 

¿Y las demencias globales?

En este tipo de demencias se combinan la afectación de estructuras corticales y subcorticales, siendo la demencia vascular la más prototípica. Ésta es causada por una enfermedad cerebrovascular, generalmente infartos cerebrales. Como consecuencia, se ven afectadas distintas funciones, dependiendo de donde se produzca el accidente vascular.

¿Pueden prevenirse las demencias? 

Resulta complicado responder a esta pregunta de forma general ya que la gravedad de afectación puede variar de una persona a otra. En el caso de las demencias vasculares, una dieta equilibrada, practicar ejercicio habitualmente, no fumar, evitar el estrés y el sobrepeso pueden prevenir la aparición de ictus. Respecto al Alzheimer, suele añadirse a las anteriores como factor protector el estar activo mentalmente y el consumo de antioxidantes. 

Finalmente, remarcar que algunos profesionales sanitarios están comenzando a sustituir el término demencia por el de “trastorno neurocognitivo”. Es posible que este cambio se deba a las connotaciones negativas que ha adquirido el término “demencia” durante las ultimas décadas. Aunque sigan utilizándose ambos términos, desde el Servicio de Psicología Aplicada de Guadalajara aprovechamos esta oportunidad para recordar de nuevo que las demencias son un grave problema para quien las sufre y para su entorno cercano. Los pacientes deben recibir el merecido respeto y atención tanto médica como psicológica. Y, por supuesto, debemos seguir centrando nuestros esfuerzos en la investigación, prevención y tratamiento de todas ellas. 

Empatía

"La Capacidad Transformadora: Explorando el Poder de la Empatía"      La empatía, esa cualidad humana que nos permite ponernos en ...