martes, 26 de enero de 2021

La familia

El rol de la familia en la educación

Entendemos por familia la unión y convivencia de unas personas que comparten un proyecto de vida en común, entre las que existe un importante compromiso personal y entre las que se establecen intensas relaciones de intimidad y dependencia. Los vínculos entre los miembros pueden ser: biológicos, legales, afectivos, etc.

La familia constituye la fuente de seguridad y de confianza más importante para los seres humanos y es donde los menores adquieren valores personales y sociales. Estas características las encontramos con independencia del tipo de tipos de familias, que puede ser: familia convencional, familia homoparental, familia monoparental, familias reconstituidas o compuestas (aquella formada por una pareja adulta en la que, al menos uno de los cónyuges, tiene un hijo o hija de una relación anterior), familias extensas (formadas por miembros pertenecientes a distintas generaciones que conviven juntos), familias adoptivas o familia de acogida.
La familia desempeña, entre otras, dos funciones psicológicas esenciales para el ser humano:

La función de socialización.- Entendiéndose como el proceso por el cual los individuos entran en interacción con otros. En este proceso se desarrollan y aprenden maneras de sentir y actuar, procesos esenciales para la participación eficaz en la sociedad.

Construcción de autoestima y autoconcepto.- La autoestima es el resultado de la opinión que una persona tiene de sí misma: de su apariencia física, de sus aptitudes, de sus éxitos profesionales y personales, de la riqueza de su vida afectiva. Los valores dependen tanto de los conceptos transmitidos dentro del entorno familiar como de los conceptos transmitidos en la sociedad. En este sentido, cada familia utiliza sus propias estrategias y mecanismos para transmitir  valores que puedan facilitar el desarrollo de habilidades para desenvolverse en el mundo. 

Así, los objetivos principales que cumple la familia son de:

Protección de sus miembros (interno)
Acomodación al entorno (externo)

Es decir, por un lado, mantener la estabilidad interna y por otro lado, propiciar el cambio adaptativo al entorno y a los cambios de ciclo familiar. 
En conclusión: el rol de la familia es de fomentar la formación y desarrollo del sentido de identidad (como individuo) y de pertenencia (como miembro de una familia y de una sociedad), así como el de transmisión valores, costumbres y pautas de comportamiento. No obstante, el rol más importante de la familia es el de agente de bienestar y desarrollo psicológico: desarrollo y apoyo emocional, desarrollo de la autoestima y maduración de la personalidad.

En el Servicio de Psicología Aplicada comprendemos la necesidad de fomentar un ambiente familiar saludable y atendemos demandas que puedan surgir para que así se pueda instaurar una estructura familiar de aprendizaje, comprensión y apoyo. 

jueves, 21 de enero de 2021

Contacto y apego


Piel con piel

Tras el nacimiento el niño se coloca sobre el pecho de la madre, este gesto parece sencillo, podemos interpretarlo casi como una presentación, pero en realidad encierra muchas más cosas de las que se podría esperar. 

De todos es sabido que cuando un niño nace prematuramente los médicos siempre recomiendan a los padres el “contacto piel con piel”. Esto se debe a los muchos beneficios físicos que tiene para el bebé el contacto con sus figuras de cuidado. Estos incluyen desde la termorregulación, hasta el establecimiento de ciclos de sueño más regulados, pasando por una mayor estabilidad cardio-respiratoria, una menor tasa de infecciones, aumento del consumo de leche materna y del tiempo de lactancia, así como un mejor desarrollo neurológico. También supone una mejor interacción entre el bebé y los cuidadores, además de una mayor satisfacción en estos a la hora de proveer de cuidados.

En los mamíferos la presencia de un cuidador, habitualmente la madre, que da alimento y seguridad es crucial para la supervivencia del individuo, ya que provoca la adecuada maduración de los sistemas que protegen del estrés y favorecen el contacto social. Pero el contacto piel con piel genera un vínculo que no solo tiene beneficios en el ámbito físico como decíamos, también tiene beneficios en otros niveles. Este vínculo comienza durante el embarazo y se desarrolla principalmente durante los primeros años de vida. El apego, como lo llamamos, es de gran importancia, ya que de algún modo, dibuja los patrones sobre los que después cortaremos todas relaciones sociales. 
Esto no quiere decir, por supuesto, que no sea modificable y de ser necesario que no podamos trabajar en ello para asegurarnos relaciones satisfactorias y sanas. El contacto piel con piel o el método canguro, favorecen (que no determinan) el establecimiento de esta primera vinculación que precede al desarrollo del apego en lo sucesivo. 

El apego refleja la seguridad del niño para explorar el entorno sin su figura de apego y la percepción de disponibilidad de los cuidadores para poder regularle. Principalmente podemos nombrar cuatro categorías:

(1) El apego seguro, sería el ideal, en estos casos el bebé siente una baja ansiedad ante la ausencia de la figura de apego y recurre a ella cuando es necesario.

(2) El apego desorganizado, es aquel en el que no hay nada claro, en estos casos el niño “no sabe a qué atenerse”, el nivel de ansiedad y de evitación del pequeño es elevado, está muy alterado y no busca a la figura de apego para que le calme. 

(3) Apego ansioso-ambivalente, en este caso la ansiedad o el malestar es elevado y, el menor, busca de manera desesperada a la figura de apego, en estos casos el niño se angustia ante la marcha del cuidador, pero este no es capaz de calmarle al regresar. 

(4) Apego ansioso-evitativo, en este tipo, la ansiedad ante la ausencia de la figura de apego es baja, al igual que las conductas de búsqueda de la figura de apego para que le calme.

A pesar de que de entre los cuatro tipos de apego solo uno resulta el ideal, debemos tener en cuenta que a medida que vamos creciendo nuestras relaciones no se restringen a los cuidadores, sino que se amplían. En esta “democratización” de nuestras relaciones sociales podemos establecer vínculos diferentes al original, es decir, pese a que nuestro apego de origen sea ansioso-evitativo, con nuestra pareja o mejor amigo podemos establecer un vínculo de apego seguro, en el que poder desarrollarnos de manera sana. 


martes, 12 de enero de 2021

Propósitos de año nuevo

Propósitos de año nuevo

Aproximadamente la mitad de los propósitos que hacemos cuando comienza un año nuevo acaban por abandonarse. Esta semana repasaremos las características que deben reunir para que sea más fácil cumplirlos. Muchos de los propósitos que nos planteamos fracasan porque se formulan de manera inadecuada. Algunos de los errores más frecuentes son: 

- Crear propósitos comparándonos con otras personas, o en función de lo que los demás esperan de nosotros.
- Ser demasiado vagos o poco concretos. 
- No tienen un plan realista para lograr su resolución. 

Un propósito de año nuevo, a fin de cuentas, es una meta. Un objetivo que nos marcamos. Y como tal, debe presentar una serie de características para tener mayor probabilidad de éxito:

- Específico: tu propósito debe ser lo más claro y concreto posible. En más apropiado proponerse “perder 5 kilos en los próximos tres meses” que simplemente “ponerme en forma”.

- Medible: esto puede parecer evidente cuando hablamos de perder peso o de hacer ejercicio, pero también es importante si estamos tratando de reducir algún comportamiento. Por ejemplo, si quiero reducir el tiempo que dedico los juegos online, sería buena idea tomar nota de las horas o los minutos que permanezco jugando diariamente. De este modo será más fácil apreciar avances a lo largo de las semanas o los meses. Otra opción, en el caso de los smartphone, es utilizar una app que mida el tiempo de uso por aplicaciones. Actualmente tanto Android como iOS cuentan con aplicaciones de forma nativa para este fin, que permiten además poner un límite tras el cual la app se cierra y no te permite abrirla hasta el día siguiente. 

- Realizable: esto no quiere decir que no podamos plantearnos objetivos grandes y ambiciosos. Sin embargo, lo ideal es empezar a generar cambios poco a poco. Supongamos que tenemos el objetivo de estudiar cuatro horas todos los días y partimos de estudiar apenas media hora. Si el primer día nos metemos de lleno a estudiar las cuatro horas completas probablemente acabemos agotados, nos despistemos, etc. Sería más apropiado comenzar la primera semana con una hora diaria y, cuando consolidemos el hábito, ir subiendo progresivamente. Si intentamos un gran cambio de la noche a la mañana corremos el riesgo de frustrarnos y acabar pensando que somos incapaces de lograrlo. 

- Pertinente: En este punto, debes preguntarte si éste es un objetivo que realmente te importa y si te lo has propuesto por las razones correctas. Si te lo has propuesto por remordimientos de no haberlo logrado en el pasado o porque está “de moda” es probable que no dure mucho. Sin embargo, si es un objetivo que consideras realmente bueno para ti, generarás cambios más fácilmente. 

- Limitado en el tiempo: El planning para alcanzar tu objetivo también debe ser realista. Si nos proponemos correr una maratón en dos meses sin haber practicado deporte nunca es más probable que fracasemos. 

Esperamos que estas recomendaciones te hayan resultado útiles y puedas alcanzar muchos de tus propósitos para este 2021. Si pese a ello sigues experimentando problemas en la programación y consecución de objetivos y metas, te recomendamos que acudas a un psicólogo. Podrá ayudarte con las técnicas necesarias para tu caso concreto.

Referencias: 
Jen A. Miller, How to Make (and Keep) a New Year's Resolution, The New York Times. 

Duhigg, Charles, author. (2014). The power of habit: why we do what we do in life and business. New York :Random House Trade Paperbacks.

Empatía

"La Capacidad Transformadora: Explorando el Poder de la Empatía"      La empatía, esa cualidad humana que nos permite ponernos en ...