jueves, 12 de enero de 2023

Mindfulness

¿Qué es el Mindfulness?

        Es común oír hablar del término “mindfulness” en el contexto de la psicología ya que ha cobrado gran relevancia en los últimos años como una estrategia de regulación posible, pero ¿De qué se trata realmente? ¿Es correcto el concepto que se conoce como mindfulness para la mayoría de personas? Te explicamos en este artículo en qué consiste y algunas recomendaciones para ponerlo en práctica:

        Este término se traduciría como conciencia o atención plena, viene de la meditación budista y se trata de una forma de implicarse en las distintas actividades del día a día, sean problemáticas o no, prestando atención de forma consciente a lo que se hace (atención con intención). Tiene como objetivo desvincularse del piloto automático en el que algunas personas viven, y que suele tener como consecuencia mantenerse mucho tiempo rumiando o con preocupaciones constantes. El objetivo final no es la relajación sino dar la bienvenida al momento presente tal cual es, en lugar de como nos gustaría que fuera; esto favorece la flexibilidad y la variabilidad en el comportamiento y la mayor capacidad adaptativa, entre otros beneficios.

        Para llevar a cabo los ejercicios de mindfulness, se establecen algunas premisas que ayudan a favorecer el proceso:

-Centrarse en el aquí y el ahora, sin juzgar, ni criticar la experiencia, sin valorar lo que sentimos y percibimos y sin intentar controlarlo, sino aceptar los pensamientos, emociones y sensaciones.

-Los pensamientos, emociones y sensaciones son tratados como eventos que tienen lugar en el espacio de la conciencia, sin identificarse con ellos ni reaccionar de forma automática.

-Se observa de forma desapegada, generando una distancia entre las propias percepciones y la reacción ante ellas.

-Mostrar interés y curiosidad ante esos eventos, sin quedar atrapados en su contenido.

-Se puede observar toda información que nos llega del mundo externo por los cinco sentidos y del mundo interno como: la postura, el estado, la actividad mental etc.

-Requiere práctica, esfuerzo y una autorregulación de la atención, especialmente al inicio.

-La aceptación de los eventos observados no significa resignarse ante ellos, pero sí abandonar la intención de control.

Además, en cuanto a recomendaciones prácticas suele ayudar:

-Adoptar postura específica y reservar tiempo para ello.

- Fijar un lugar adecuado tranquilo y con luz discreta. Evitar ruidos e interrupciones.

-Establecer el momento oportuno. Practicar una o dos veces diarias. Cada uno tiene que descubrir su mejor momento, siendo menos recomendable tras las comidas grandew o cuando se tenga sueño.

-Mantenerse en una postura idónea para liberarnos de la incomodidad. Acostado o sentado en una silla.

-Inicialmente con los cerrados y utilizando un cronómetro.

        El mindfulness ayuda a aquellas personas que tienden a presentar pensamientos excesivamente autocríticos, mejorando la autocompasión y aceptación de uno mismo y los eventos internos, mejora la atención en el proceso frente al resultado en cuanto a nuestras acciones, lo que favorece un mejor estado de ánimo cotidiano; además reduce la impulsividad y promueve hábitos más adaptativos.

        Asimismo, en el contexto terapéutico promueve la identificación emocional y corporal, lo que es una premisa muy relevante a la hora de trabajar la sintomatología ansiosa.

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