lunes, 31 de julio de 2023

Gestión del tiempo

Gestión del tiempo

Seguro que en ocasiones has sentido que el tiempo se te escapa de las manos y que no tienes una buena gestión, tanto en el ámbito laboral como en nuestra vida personal. Si tenemos en cuenta que desde el punto de vista terapéutico es necesario incluir el autocuidado en nuestras rutinas, desde realizar algún hobby, tener un momento de cuidado para nuestro cuerpo, para conectar con otros o de simple descanso, la tarea de utilizar bien nuestro tiempo se vuelve aún más complicada. Es por esto que hoy desde nuestro blog nos gustaría hablarte de un concepto tan importante en terapia como la gestión del tiempo.

Una herramienta útil que puede ayudar a algunas personas para poder distribuir la temporalidad es la Matriz de Eisenhower. Esta herramienta trata de facilitarnos la priorización de tareas según los criterios de importancia y de urgencia:

-Importancia: son aquellas tareas o acciones que no requieren de una atención inmediata pero que por su significado se tornan relevantes para nosotros, por ejemplo las tareas de la vida cotidiana, las acciones que están relacionadas con nuestros valores o el crecimiento personal, entre otras.

-Urgencia: son aquellas que necesitan una gestión inmediata, por ejemplo aquellas que cuentan con un plazo temporal establecido. Un ejemplo de ello sería una urgencia interpersonal, una tarea para el trabajo o el estudio de un examen para el que nos queda poco tiempo de preparación.

¿Pero entonces solo debemos atender a las tareas urgentes? ¿Solo a las importantes? Para resolver estas dudas se presenta la matriz de Eisenhower, que nos muestra las cuatro posibilidades derivadas de combinar estas dos variables:

-Las tareas importantes y urgentes estarían en nuestra prioridad de la lista de tareas: una crisis personal y un trabajo que debo entregar mañana serían ejemplo de ellas, y requerirían acción en el momento actual.

-Las tareas importantes y no urgentes, es decir, aquellas que son importantes a largo plazo para nosotros y nuestros objetivos pero que pueden ser realizadas en un plazo no definido. Para ellas, la matriz nos propone planificar o programarlas.

-Las tareas urgentes y no importantes, como aquellas tareas que necesitan realizarse de forma más o menos inmediata pero no contribuyen a nuestros objetivos personales a largo plazo. Este tipo plantearía como opción el delegar, es decir, podríamos pedir ayuda para ellas, pues no requieren necesariamente nuestra implicación total, por ejemplo pedir a alguien que recoja un paquete o que saque la basura.

-Las tareas no urgentes y no importantes según la matriz se colocarían en último lugar. Estas podrían ser evitadas o eliminadas dependiendo de nuestra valoración pues en ocasiones son distractores, o conductas que son disfuncionales para nosotros como las discusiones con personas que nos generan emociones desagradables y que no son importantes para nosotros, por ejemplo, un conductor que comienza a discutir al que no conocemos de nada, o aquellas que requieren únicamente perfeccionar una tarea en su formato.

Esta herramienta nos puede servir de ayuda para organizarnos cuando sentimos que no tenemos el control de nuestro tiempo y necesitamos establecer un orden, por ejemplo elaborando una lista de tareas de no más de siete por cuadrante de la matriz y quizás separando las que incluyen nuestra vida personal y nuestro trabajo.

lunes, 24 de julio de 2023

Recomendación de lecturas

Recomendación de libros para verano

        ¡Hola a todos! El verano es un periodo en el que solemos tener más tiempo para descansar, realizar actividades que durante el resto del año no podemos, pasar más tiempo con personas importantes para nosotros y, también, puede ser un buen momento para dedicar tiempo a uno mismo. Por ello, si te interesa la psicología, desde el Servicio de Psicología Aplicada nos gustaría recomendaros cuatro libros de distintas temáticas de cara a estas semanas:
  • La trampa de la felicidad, de Russ Harris. Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso, habla acerca de los mitos más extendidos entorno a este constructo permitiéndonos reflexionar sobre algunas ideas arraigadas en la sociedad. El autor plantea la imposibilidad de escapar del dolor y propone una alternativa más saludable a largo plazo en la que se le otorgue el espacio que realmente necesita.
  • Lo bueno de tener un mal día, cómo cuidar de nuestras emociones para estar mejor de Anabel González. En este libro la autora nos ayuda a entender cómo funciona el mundo emocional, qué consecuencias tiene no atender de manera adecuada las emociones que nos generan ciertas situaciones y, en definitiva, nos ayuda a aprender a reconocerlas y manejarlas con sentido. En unas páginas, esta autora desmota el extendido refrán español “al mal tiempo, buena cara”.
  • Si lo que te interesa son tus relaciones interpersonales, sean del tipo que sean, tu libro es Cuidarme bien, quererte mejor, de la psicóloga Desirée Llamas. En este libro, la autora, con una mirada crítica, nos ayuda a revisar nuestro propio comportamiento y el de los demás, con el objetivo de aprender a identificar cuando éste puede ser dañino y, así, aprender a relacionarnos de una manera sana y responsable.
  • ¿Por qué no deseo? de Laura Morán, la autora de Orgas(mitos). El deseo sexual es un tema que suscita mucho interés, es común que las personas nos hagamos preguntas relacionadas con él, “¿es mucho?”, “¿Es poco el deseo que siento?” o incluso relacionadas con si es, o no, adecuado su contenido. La autora, a través de estas páginas, ayuda a entender qué dice la evidencia científica acerca del deseo sexual y aporta ciertas píldoras para alimentarlo.
        Nos gustaría señalar que los libros de psicología son un buen medio para acerca de temas que nos generan interés o nos preocupan, así como potenciar los objetivos de un proceso terapéutico. Si bien, en ningún caso, sustituyen la terapia. Esperemos que os haya gustado nuestra recomendación. Si os habéis leído alguno de estos libros o tenéis otros en mente, estaremos encantados de leeros.

¡Os deseamos un buen verano!

Inteligencias múltiples

Inteligencias Múltiples

        Si pensamos en la inteligencia es muy probable que cada uno de nosotros tenga muy claro a qué nos estamos refiriendo. Sin embargo, si intentamos poner en común las ideas que tenemos al respecto pronto descubriremos que no es tan sencillo definirla. ¿Es una persona inteligente si sabe calcular de cabeza? ¿O lo que vuelve inteligente a alguien es su capacidad de oratoria? ¿Hilar conceptos con rapidez? ¿Resolver rompecabezas?

        A los estudiosos de este campo les ocurre lo mismo, hoy en día nadie se ha puesto de acuerdo en cómo concretar qué queremos decir cuando hablamos de inteligencia. Ni qué es, ni qué abarca ni qué hay que tener en cuenta para considerar a alguien inteligente.

        Por conveniencia y costumbre solemos asociarla al éxito escolar. Alguien es muy inteligente si saca buenas notas, pero la realidad es que la vida nos pone por delante situaciones que no encontramos en los libros de texto, y saber adaptarnos a ellas también es un símbolo de inteligencia. Conocemos, además, casos de famosos que eran estudiantes nefastos, pero que posteriormente revolucionaron sus respectivos campos, como Einstein, Steve Jobs o Darwin.

        Dentro de este dilema se han propuesto varios modelos. El que traemos hoy es, quizás, uno de los más conocidos, el modelo de inteligencias múltiples de Gardner.

        Este modelo nos dice que lo que comúnmente se conoce como inteligencia (es decir, lo que se evalúa en la escuela) es sólo un pequeño fragmento de un gran conjunto. De ahí el nombre del modelo. Estas inteligencias podrían dividirse en:

  •         Lingüística: La capacidad de dominar el lenguaje. Y queremos decir el lenguaje amplio. Abarca escribir bien y florido, pero también hablar correctamente y de acuerdo con el contexto, e incluso gesticular para transmitir un mensaje.
  •                 Lógico-matemática: La clásica, la que comúnmente y durante décadas se ha considerado inteligencia per se. Se refiere al razonamiento lógico y racional, así como al cálculo mental y a la resolución de problemas matemáticos.
  •                Espacial: Referida a la capacidad de interpretar las perspectivas y las dimensiones. Facilita, por ejemplo, rotar objetos mentalmente, pero también leer mapas u orientarse.
  •            Musical: La expresión musical está muy ligada a la cultura, e incluso ahora se estudia su impacto en nuestro cerebro. Este tipo de inteligencia facilitaría aprender a tocar un instrumento o leer partituras, pero incluso si no se tuvieran estas capacidades se destacaría al respecto.
  •              Corporal y cinestésica: Todo lo referente al cuerpo, cómo utilizarlo y el nivel de enfoque que se tiene con él. Es la inteligencia de los actores, los deportistas o los bailarines.
  •            Intrapersonal: Es lo referente a nosotros mismos, nuestro mundo interno. Abarca desde comprender una emoción que estamos sintiendo hasta poder regularla, pero también la introspección en general o saber poner perspectiva dentro de nosotros mismos.
  •          Interpersonal: Si la anterior era una inteligencia interiorizada, ésta es exteriorizada. Se refiere a comprender a los demás, desde sus estados emocionales hasta sus gestos o su comportamiento.
  •            Naturalista: Añadida posteriormente, esta inteligencia se desvinculó por su importancia para la supervivencia como especie. Se refiere a entender el medio que nos rodea. El clima, los animales, la flora… Pero no sólo eso, sino que la utilización creativa de constructos puramente humanos se incluiría en ella.

             Como vemos, hay mucha complejidad dentro de un tema que, a priori, podría parecer sencillo. Y este modelo no es ni siquiera único. Hay otros muchos que han considerado otras tantas inteligencias, ampliando o reduciendo el número e incluso considerando una parte estática y otra dinámica.

          ¿Has ampliado la perspectiva que tenías sobre tu propia inteligencia? Déjanoslo en comentarios.

lunes, 10 de julio de 2023

Bienestar psicológico

EL MODELO DE BIENESTAR PSICOLÓGICO DE RYFF

Durante las últimas décadas, la psicología positiva está surgiendo como un nuevo campo de estudio dentro de la psicología. Esta no se enfoca en los diferentes problemas psicológicos que puede tener una persona y su tratamiento como ha hecho la psicología de manera tradicional, sino que trata de estudiar aspectos como el bienestar psicológico, la felicidad, las emociones agradables y las fortalezas humanas.

Una de las pioneras en estudiar el bienestar psicológico desde un enfoque científico fue la psicóloga Carol Ryff en la universidad de Wisconsin-Madison. Carol Ryff estaba interesada en crear un modelo que explicara el bienestar psicológico yendo más allá de descripciones biológicas y que estuviese validado científicamente. Este se conoce como el Modelo de Bienestar Psicológico de Ryff.

Ryff concibe el bienestar de manera multidimensional donde cada una de las seis dimensiones que propone no es un predictor de bienestar, sino que es una parte de dicho bienestar. Las dimensiones son las siguientes:

1) Autoaceptación: Consiste en tener una actitud positiva hacia nosotros/as mismos/as. Las personas con una alta autoaceptación tienen conciencia tanto de sus aspectos positivos como de los negativos y se sienten en paz con su vida pasada.

2) Relaciones positivas: Es la habilidad de establecer relaciones significativas con los demás, basadas en la empatía, la confianza y el afecto. Además, las personas que mantienen relaciones positivas se preocupan genuinamente por el bienestar de los demás.

3) Propósito en la vida: Es el establecimiento de un sentido la vida. Las personas con propósitos fuertes en la vida tienen metas y objetivos, sienten que su presente y su pasado tienen un significado y poseen creencias personales que dan a la vida un sentido.

4) Crecimiento personal: Es la capacidad de cultivar y potenciar nuestras habilidades. Las personas con alto crecimiento personal sienten que están en continuo desarrollo, están abiertas a nuevas experiencias, sienten que están desarrollando su potencial y prosperan según mejora su autoconocimiento y aprendizaje.

5) Autonomía: Es la posibilidad de elegir y hacer elecciones de manera voluntaria sin depender de la aprobación de los demás. Las personas con alta autonomía son independientes, capaces de resistir la presión social para actuar de una determinada manera, se autoevalúan por estándares personales y regulan su conducta por convicciones propias

6) Dominio del entorno: Es la habilidad de reaccionar ante las demandas del entorno y crear situaciones que nos son beneficiosas. Las personas con un alto dominio del entorno pueden controlar actividades, complejas, aprovechar las oportunidades y crear o elegir contextos apropiados que favorezcan sus necesidades y valores personales.

Este modelo nos puede ayudar a tomar conciencia de aquellos aspectos de nuestro bienestar que estén siendo descuidados de cara a poder trabajar sobre ellos y potenciarlos.

Empatía

"La Capacidad Transformadora: Explorando el Poder de la Empatía"      La empatía, esa cualidad humana que nos permite ponernos en ...