Cobertura Sanitaria

COBERTURA SANITARIA UNIVERSAL: UN IMPULSO CRUCIAL PARA LA SALUD

MENTAL

La salud mental es un componente integral de nuestro bienestar general, y su conexión con la

cobertura sanitaria universal (CSU) es una relación crucial que a menudo se pasa por alto. La

CSU implica que todas las personas tengan acceso a servicios de salud esenciales sin enfrentar

dificultades financieras. Este enfoque no solo tiene beneficios físicos, sino que también

desempeña un papel significativo en la preservación y mejora de la salud mental de la población

por varios motivos.

1. Reducción del estigma y acceso a la atención psicológica.- La CSU contribuye a la desmitificación de los trastornos mentales al considerarlos parte integral de la salud en general. Al hacer que la atención psicológica sea más accesible, se reduce el estigma asociado con los problemas de salud mental. Las personas son más propensas a buscar ayuda cuando saben que no serán juzgadas y que los servicios están al alcance de todos.

2. Prevención y detección primaria.- La CSU facilita la implementación de programas de prevención y detección temprana de trastornos mentales. Los chequeos regulares y la educación sobre la salud mental pueden integrarse más efectivamente en la atención médica de rutina, lo que permite identificar problemas antes de que se agraven.

3. Acceso a medicamentos psicotrópicos.- La disponibilidad de medicamentos psicotrópicos es esencial para muchos individuos con trastornos mentales. La CSU garantiza que estos medicamentos estén al alcance de quienes los necesiten, evitando que la falta de recursos económicos se convierta en una barrera para el tratamiento continuo.

4. Reducción de la ansiedad financiera.- La ansiedad financiera es una carga significativa que puede contribuir al estrés y la depresión. La CSU alivia este peso al eliminar la preocupación sobre los costos asociados con la atención médica. Las personas son más propensas a buscar ayuda cuando saben que no se enfrentarán a deudas insostenibles.

5. Impacto en la productividad laboral y social.- La CSU puede tener un impacto positivo en la productividad laboral y la participación social al abordar las barreras que impiden que las personas mantengan empleos o participen activamente en la sociedad debido a problemas de salud mental no tratados.

6. Resiliencia comunitaria.- La CSU no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades. Al abordar los problemas de salud mental a nivel comunitario, se fomenta un entorno más solidario y comprensivo.

En conclusión, la cobertura sanitaria universal no solo es esencial para la salud física, sino que

también desempeña un papel crucial en la promoción de la salud mental. Al garantizar que todos

tengan acceso a servicios de salud mental de calidad, se crea una sociedad más equitativa y

saludable en la que todos puedan alcanzar su máximo potencial. La inversión en la CSU no solo

es un imperativo ético, sino también una estrategia inteligente para el desarrollo sostenible a

largo plazo.

Mitos y leyes emocionales

Mitos y leyes emocionales

Las emociones son estados afectivos que experimentamos constantemente a lo largo de nuestros días, estas aparecen porque tratan de enviarnos un mensaje, es decir, tienen una función adaptativa. En los últimos años parecen haber cobrado importancia en el imaginario social en referencia a la salud mental, sin embargo, existen numerosas creencias erróneas acerca de ellas, su gestión, la función que tienen y su validez.

Por ello, a continuación, recogemos varios mitos frecuentes sobre las emociones:

-Las emociones se clasifican como buenas o malas: En realidad las emociones podrían categorizarse como agradables o desagradables puesto que todas tratan de informarnos sobre lo que necesitamos, por ejemplo, la ira nos movilizaría a no dejar que nos hagan daño.

-Las emociones desagradables son insanas y hay trabajar para que desaparezcan: Todas las emociones son necesarias, es su frecuencia, duración, forma o intensidad la que puede estar desajustada y necesitar de un cambio en su gestión.

-La tristeza es peligrosa, por eso hay que animar a los otros: La tristeza nos empuja a pedir ayuda y a la hipoactivación en ocasiones, al sentir por ejemplo el dolor de una pérdida. Para una adecuada gestión es necesario identificarla y conectar con esa emoción, si tratamos de evitarla a toda costa, esto generará otros desajustes emocionales o cognitivos.

-Ser feliz consiste en sentir muy frecuentemente emociones agradables: La felicidad es un estado subjetivo que no sería alcanzable de forma adaptativa sin la presencia de emociones desagradables que nos ayuden a conectar con nosotros mismos y con los otros.

Por el contrario, existen “leyes emocionales” que nos explicaría de forma más adecuada y veraz el funcionamiento de las emociones:

-Ley de los vasos comunicantes emocionales: Si se intenta ocultar o bloquear alguno de los componentes, los otros componentes multiplican su intensidad.

-Ley de la infusión emocional: Un estado emocional activo durante cierto tiempo comienza a sesgar todos los pensamientos, interpretaciones y recuerdos en esa dirección.

-Ley de las emociones secundarias: Las emociones secundarias aparecen en reacción a las emociones que tenemos en un primer momento. En muchos casos, son consecuencia de nuestro rechazo a sentir determinadas emociones.

-Ley de la imperfección emocional: Las emociones son avisos por definición, no pretenden ser siempre válidos. Antes de asumir un mensaje emocional, hay que evaluar si el mensaje es un aviso útil o una falsa alarma.

-Ley de la universalidad emocional: Todos sentimos las mismas emociones, todos sentimos todas las emociones. La diferencia entre unas personas y otras no está en el qué, sino en el cómo. Los más hábiles sienten también vergüenza, ofensa, inseguridad...etc. pero lo manejan con rapidez y fluidez y eso les permite poder actuar con menor interferencia y ser más eficaces.