martes, 3 de marzo de 2020

Asertividad

¿Qué es la asertividad?

Puede que te suene haber escuchado en algún momento la palabra asertividad. Pero ¿sabes exactamente a lo que se refiere este concepto? Según Olga Castanyer (2010), podemos definir la asertividad como la “capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás”. Es decir, una persona es asertiva cuando conoce y defiende sus propios derechos, pero respetando asimismo los derechos de los demás.
¿A qué derechos asertivos nos referimos? En esta lista presentamos algunos de ellos:
      ·         El derecho a ser tratados con respeto y dignidad.
      ·         El derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones.
      ·         El derecho a ser escuchados y tomados en serio.
      ·         El derecho a juzgar nuestras necesidades, prioridades y tomar nuestras propias decisiones.
      ·         El derecho a decir “no” sin sentirnos culpables.
      ·         El derecho a pedir lo que queremos, teniendo en cuenta que nuestro interlocutor tiene derecho a decir “no”.
      ·         El derecho a cometer errores.
      ·         El derecho a descansar y aislarnos siendo asertivos.
      ·         El derecho a decidir cómo distribuir nuestro tiempo, intereses, propiedades, cuerpo, etc., mientras no violemos los derechos de los otros.

¿Los conocías? Te proponemos una reflexión: plantéate cuáles son los más importantes para ti y puntúa del 1 al 10 tu desempeño a la hora de defenderlos. ¿Cuáles te resultan más fáciles y cuáles más complicados? A muchas personas les resulta difícil respetar su derecho a rechazar peticiones que les hacen otras personas. Si es tu caso, proponemos algunas técnicas que pueden servirte de ayuda:
·         Técnica sándwich: expresa algo positivo antes y después de rechazar la petición de la otra persona. Ej.: “Me gustaría mucho acompañarte a comprar, pero hoy no puedo ir. Avísame la próxima vez por si puedo acompañarte”.

·         Técnica del disco rayado: repetir un argumento una y otra vez sin perder la calma. Ej.: “Entiendo que te gustaría que te acompañase, pero ya te he dicho que no puedo”.

·         Técnica del banco de niebla: reconocer la razón o posible razón que pueda tener la otra persona, expresando nuestra decisión de no cambiar nuestra conducta. Ej.: “–Hace mucho tiempo que no me acompañas a comprar, deberías venir esta vez”. “–Es cierto, hace tiempo que no te acompaño, pero hoy no puedo ir”.

Ponlas en práctica y comienza a decir solo cuando realmente quieres hacerlo. Pues en palabras del humorista Josh Billings: “la mitad de nuestros problemas en la vida pueden ser identificados por haber dicho que sí demasiado rápido o por haber dicho que no demasiado tarde”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Empatía

"La Capacidad Transformadora: Explorando el Poder de la Empatía"      La empatía, esa cualidad humana que nos permite ponernos en ...