lunes, 9 de agosto de 2021

Juegos de verano

Las emociones del verano: juegos para niños y niñas

Con la llegada de las vacaciones y el fin del cole, algunos padres puden sentir que el caos se instala en la casa. Durante el invierno, los horarios del cole, el comedor y las actividades extraescolares, organizan el día a día de casi todas las familias; pero ahora, los días se alargan, tenemos más tiempo libre y esto puede ser agotador, e incluso llegar a resultar desbordante. Algunos padres optan por reducir su jornada laboral o, y ahora más que nunca, trabajar desde casa, sin embargo, esto no es fácil, ya que muchas veces, los niños reclaman atención y pueden distraer de otras tareas. 
Por estos motivos, el verano puede ser una época perfecta para afianzar aprendizajes y establecer rutinas que hagan ganar en capacidades y autonomía a los más pequeños, además de mantenerlos entretenidos durante un rato. 

Establecer una dinámica en la que se den pequeñas responsabilidades a los niños, puede ser muy enriquecedor. Aprender a hacer la cama, poner y recoger la mesa, ayudar con la colada, o recoger la habitación, son pequeñas acciones que ayudarán a los padres a poner un poco de orden, y favorecerán un sentimiento de valía en los niños (especialmente si después se les da las gracias, se les aplaude o recompensa). No debemos olvidar, que estas “tareas” deben estar adaptadas a las capacidades y a la edad del niño, y que algunas deben realizarse con supervisión.

Pese a que todo esto es muy útil y beneficioso, también podemos promover otros aprendizajes en los pequeños dedicados a alcanzar un mayor conocimiento y una mejor expresión emocional, aquí os dejamos algunos:

- Teatrillo de las emociones: Para este juego necesitarás algunos juguetes, unas cuantas tarjetas con emociones y tu imaginación. Escoge algunas de las emociones y crea una historia, sin que el pequeño lo sepa incluye una emoción para que él o ella la identifique. Puedes adaptar este juego a distintas emociones e ir complicándolo a medida que el niño crezca, incluyendo más emociones o dejando que sea él o ella quien cree la historia.

- La cara de la emoción: En este caso también necesitarás unas cuantas cartas con emociones, coloca el mazo boca abajo, por turnos coged una carta y ponéosla sobre la frente, de tal manera que solo puedas ver la carta de tus adversarios y no la tuya. Ahora, el resto de los jugadores deberán poner la cara asociada a la emoción que llevas en la frente, y tú tendrás que adivinarla, ¡recuerda, no vale hablar!

- Dominó de las emociones: Este es un dominó especial, en un lado de la ficha tenemos una emoción y al otro lado, una situación. Como en el dominó tradicional, nos toca unir la situación con la emoción correspondiente. Puedes hacer tú mismo este dominó o si lo prefieres, también lo encontrarás en PDF en internet.

Estos juegos solo son algunos ejemplos de actividades que favorecen el conocimiento de las emociones por parte de los niños, y que os pueden servir de ejemplo para crear algunos propios. No obstante, si lo que buscáis es una actividad más calmada, una buena opción son los cuentos sobre las emociones. Estos permiten hablar de las emociones en un lenguaje al que los niños están habituados y en un formato que para ellos es conocido. 

Como veis no hay excusas para no intentarlo, al igual que hacer la cama o poner la mesa, las emociones también se pueden aprender.

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