jueves, 11 de febrero de 2021

Acercándonos al Mindfulness

AQUÍ Y AHORA 

Todos en algún momento nos encontramos atrapados por la urgencia de nuestras tareas. Podemos incluso hacer una tarea mientras pensamos en la siguiente, sin ser conscientes de ello. Por ejemplo, puede que en alguna ocasión hayamos comido sin saborear la comida, o hayamos estado con alguien sin prestarle atención. No estábamos ahí. No estábamos comiendo ni pasando tiempo con esa persona. estábamos en otro lugar, en otra tarea. En otros momentos, puede que el pasado nos atrape, a pesar de saber que no lo podemos cambiar. Recordamos una y otra vez lo que ya pasó, pensamos en otras maneras en las que podríamos haber actuado, o nos lamentamos por lo que pudo haber sido.

Si te has identificado con alguna de estas circunstancias, no te culpes por ello. Hoy en día es muy común que esto pase.
El mindfulness es una técnica basada en la meditación que nos permite conectar con el presente. Practicar mindfulness es centrarse en lo que acontece en el momento actual, frente al vivir en la irrealidad o al soñar despierto. Mediante esta práctica, simplemente prestamos atención a lo que estamos sintiendo, pensando y haciendo, sin dejarnos embaucar ni por el pasado ni por el futuro. 
Además de focalizar nuestra atención en el presente, practicar mindfulness implica adoptar una actitud de observación y de aceptación. Simplemente observamos nuestro momento actual, sin juzgarlo ni pretender cambiarlo; y lo aceptamos tal cual es, sin empeñarnos en que sea diferente.

La literatura científica ha demostrado que la práctica del mindfulness no solo aumenta nuestra conciencia en la experiencia presente, sino que también mejora nuestro estado de ánimo, nuestro estado físico y psicológico, nuestra capacidad de regulación emocional, nuestro autoconcepto y, en definitiva, nuestra calidad de vida. Sin embargo, a pesar de su valor terapéutico, el mindfulness no es una técnica milagrosa. Su práctica requiere constancia, y uso siempre debe ser supervisado por parte de un profesional (ya que mal utilizado puede tener efectos adversos). Por ello, antes de ponerlo en práctica, un profesional debe asegurarse de que el mindfulness es adecuado para ti.

En cuanto a los recursos que se requieren para su práctica, no requiere de nada material. Únicamente deberás reservar tiempo para su práctica, y un espacio tranquilo donde no haya distracciones ni interrupciones.
Existen ejercicios de mindfulness formales e informales. Los ejercicios formales precisan de un mayor tiempo de aplicación (al principio se recomienda practicarlo dos o tres veces al día durante unos 15 minutos aproximadamente). Sin embargo, existen ejercicios de práctica informal que precisan mucho menos tiempo, y que podemos realizar en cualquier momento del día (ej. mientras tomamos un café, fregamos los platos, conducimos, o andamos hacia alguna parte). Por ejemplo, piensa en cómo has tomado el café hoy. ¿Has prestado atención a la temperatura de la taza? ¿Te has fijado en su color? ¿Había espuma? ¿Cómo era el olor que desprendía? Y, al echarle azúcar, ¿te has fijado en cómo cambiaba de color al entrar en contacto con el café? ¿Has notado los granitos de azúcar al removerlo? Este es un ejemplo de práctica informal de mindfulness que, como ves, no requiere más que prestar atención plena a lo que estamos haciendo.

Recuerda: “El ayer es historia y el mañana es un misterio, pero el hoy es un obsequio y por eso se llama presente”. ¿No crees que es momento de cuidarte, y de aprender a vivir con atención plena en lo que está pasando? 

Desde el Servicio de Psicología Aplicada de Guadalajara, vamos a poner en marcha un taller gratuito de iniciación al Mindfulness con el que pretendemos acercarnos a esta práctica tan beneficiosa para la salud. Si quieres apuntarte, puedes ampliar la información en www.unedguadalajara.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Empatía

"La Capacidad Transformadora: Explorando el Poder de la Empatía"      La empatía, esa cualidad humana que nos permite ponernos en ...