martes, 16 de marzo de 2021

Sueño

DÍA INTERNACIONAL DEL SUEÑO

Se acerca el equinoccio de primavera, tiempo en que los días comenzarán a ser más largos que las noches a una velocidad, además, mayor que en cualquier otra época del año. El cuerpo lo nota, la mente también, y podemos percibir en ocasiones que nos cuesta dormir o que el sueño no sea de calidad. Quizá no es casual que coincidiendo con este hecho astronómico (además del cambio de hora últimamente bajo debate sobre su adecuación) se celebre el Día Internacional del Sueño, que este año será el 19 de marzo. El lema de este año es “Sueño Regular para un Futuro Saludable”, promocionado por la World Sleep Society, lo que nos da una idea de la importancia de dormir en contribución a una buena salud no solo para no sentirnos cansados al día siguiente, sino también a largo plazo.

El Instituto del Sueño define este como “una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento”. Pasamos muchas horas del día (y de nuestra vida) durmiendo, el cuerpo las necesita para regenerarse del desgaste e integrar aprendizajes, recuerdos y experiencias emocionales. Que estas horas sean en cantidad (alrededor de 8 horas dependiendo de la edad) y calidad (sin despertares, con alternancia de fases del sueño o sin tensión) adecuadas muchas veces se torna un reto difícil de conseguir dada la dinámica actual de vida en la que podemos vernos inmersos. La pandemia, restricciones y posibles miedos asociados tampoco ayudan en este sentido. Son muchos los factores generadores de estrés, y este es gran enemigo para el sueño en cualquiera de sus momentos (conciliación, mantenimiento o despertar precoz). Y es que los problemas de sueño pueden tener diversas causas. Ya de por sí será fluctuante en función del estado corporal y mental diario, además de los cambios y mantenimiento o no de rutinas. 

El insomnio es un trastorno frecuente que muchas veces puede darse solo, pero es común que se enmarque dentro de otros, como los de depresión, ansiedad o trauma. A su vez, existen otros menos frecuentes relacionados pero que pueden revestir gravedad, como la narcolepsia o el síndrome de Kleine-Levin (conocido también como síndrome de la Bella Durmiente, pues quien lo padece puede tener periodos de sueño de cerca de 20 horas de duración de forma recurrente).
Algunas recomendaciones en estos días de horas de luz cambiante (recordemos que dentro de unas semanas además se cambia la hora) para favorecer el sueño podrían ser:

-Mantén en lo posible una rutina horaria de acostarse/levantarse.
-Cena ligero y no inmediatamente antes de irte a la cama. Tampoco consumas alcohol o tabaco.
-Establece una transición entre uso de pantallas o actividades activadoras hacia la hora de dormir, pudiendo incluir algún tipo de actividad relajante, como escuchar música suave, tomar un baño, leer o practicar relajación.
-Realiza ejercicio físico durante el día.

Podemos por tanto ver la importancia del sueño en nuestras vidas y por qué es necesario conmemorarlo una vez al año, resaltando la implicación tan grande que puede tener en nuestra salud. A la hora de abordar los problemas relacionados con el sueño, la intervención psicológica es fundamental. Desde el SPA podemos ayudarte a superarlos para que tu correcto descanso te ayude a afrontar con ganas el día a día.

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