lunes, 29 de mayo de 2023

El ciclo de la violencia

Esta semana nos gustaría hablar con vosotros acerca del Ciclo de la Violencia de Género. Fue en 1979 cuando la psicóloga Lenore Walker explicó, y nos ayudó a entender, cómo las víctimas quedan atrapadas en relaciones de maltrato. Según este concepto, las relaciones de maltrato atraviesan de forma cíclica las siguientes fases:

1. Acumulación de la tensión. En esta etapa, el agresor ejerce una violencia más sutil mediante distintas estrategias, como por ejemplo: menosprecios, insinuaciones, sarcasmos, silencios o, incluso, demandas irracionales hacia la víctima. Además, otros factores más relacionados con el contexto familiar tienden a alimentar dicha tensión, los conflictos con los hijos o con otros familiares, problemas laborales o de salud, entre otros. El agresor se suele sentir cuestionado, amenazado, molesto o ignorado. Y, en estos momentos, es común que la víctima busque complacer y calmar al agresor con el fin de evitar la siguiente etapa.

2. Fase de estallido. Es en esta fase cuando se produce una agresión explícita. Existen muchos tipos de agresiones. Por ejemplo, la agresión puede ser verbal, a través de insultos, amenazas, coacciones; también física, mediante golpes, romper objetos o encerrar a la persona en contra de su voluntad y sexual, donde encontraríamos el obligar a mantener relaciones sexuales, o ciertas prácticas, sin el consentimiento de la víctima. Suele ser la fase más corta, sin embargo, la intensidad es enorme.

3. Fase de reconciliación. Esta fase se caracteriza por los intentos del agresor de disculparse, tratar de ignorar que se han producido las agresiones o justificarse en que la violencia previa ha sido consecuencia de un comportamiento determinado de la víctima. Se establece un supuesto cese de la violencia, puesto que se insiste en que va a ser la última vez que suceda. El agresor se puede comportar de forma afectuosa y, en ocasiones, están presentes ciertas amenazas de suicidio si se decide finalizar la relación. Cabe señalar que la víctima suele responsabilizarse a sí misma por lo sucedido.

4. Fase de calma o luna de miel. El agresor muestra ciertos esfuerzos por abandonar las conductas violentas, pide perdón y busca hacer la relación más tranquila de nuevo. No obstante, la aparición de momentos problemáticos hace que se vuelva a producir la fase de tensión y el ciclo se reinicie.

Es clave además conocer que, según va avanzando la relación, el ciclo se acelera; ¿Qué quiere decir esto? Que las fases de reconciliación y calma se van estrechando hasta prácticamente desaparecer. Mientras tanto, las fases de acumulación de tensión y de estallido se van alternando de una forma más rápida.

Es importante tener en cuenta que este concepto no puede explicar todas las relaciones de violencia de género. Sin embargo, nos puede ayudar a detectar si estamos en una relación de maltrato, por un lado. Y, por otro, también nos permite entender la dificultad que sufren algunas víctimas para pedir la ayuda que necesitan.

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